Elegido por millones de personas por su aroma y sabor,
el café es una de las bebidas más consumidas en el mundo.
Conocé sus principales beneficios:

Es natural

El café es una infusión completamente natural que se produce a partir de las semillas del cafeto, un arbusto que crece en zonas tropicales como Brasil, Colombia, Vietnam e Indonesia. Por las características del suelo donde se cultiva, la mayor parte de las cosechas de los frutos del café se hacen a mano, sin utilización de maquinarias.

Luego de la cosecha se descartan los frutos en mal estado y se realiza el secado al sol o el lavado, según el método de producción elegido para extraer los granos de café. Posteriormente, en el tostado es cuando los granos adquieren su sabor, aroma y color característicos.

Mejora la concentración

Beber una taza de café mejora la capacidad de concentración, aumenta el rendimiento intelectual y retarda la aparición del cansancio, la fatiga y el sueño. Estas propiedades naturales del café han sido demostradas por numerosos estudios científicos que explican la capacidad de la cafeína para estimular el sistema nervioso central y de esta manera generar una sensación de bienestar general.

Cuando es absorbida por el organismo, la cafeína actúa rápidamente sobre la atención, el tiempo de reacción y las tareas relacionadas con la búsqueda visual. Además, su efecto sobre la actividad cerebral genera un incremento de la capacidad de atención selectiva y de la habilidad para identificar rápidamente la información relevante para la tarea que se está realizando.

Contiene antioxidantes

El café es una de las bebidas más populares del mundo debido a su aroma, sabor y capacidad para mejorar la concentración y contrarrestar el cansancio. Pero su contenido de antioxidantes no es tan conocido a pesar de ser una de sus principales características.

Los estudios científicos demuestran que la ingesta de café incrementa significativamente la capacidad plasmática antioxidante, el potencial del plasma sanguíneo para atrapar los radicales libres y evitar que estos interactúen con moléculas biológicas fundamentales.

El café ocupa el sexto lugar entre los 50 alimentos de mayor capacidad antioxidante y es la bebida más rica en ácidos clorofénicos entre las que se consumen habitualmente como el té, el jugo de naranja y el vino. De esta manera, beber café es una forma natural y eficaz de sumar antioxidantes a nuestra dieta.